Room for improvement

Comparte esta información con tus contactos

«Room for improvement» es una frase usada en entorno anglosajón que adicionalmente a su traducción literal apunta eufemísticamente al desastre en la ejecución o al estado de un determinado proyecto. Si además, se cualifica la frase precediendola con «lot of» entonces el descriptor de la situación apunta a estado próximo a la catástrofe.

Después de varias semanas descubriendo y pensando sobre el modelo educativo en España, si tuviera que dar una opinión estaría en la banda del «lot of…». Claro que no hay que ser catastrofistas, sino aprender del análisis de las situaciones no deseadas para introducir cambios que nos permitan irnos acercando paulatinamente a una situación más aceptable. Por lo tanto no quiero ser negativo, sino entrar en una fase de identificación de temas mejorables, para posteriormente hacer propuestas de lo que en mi opinión sería un modelo que funcione, por lo tanto no sería razonable la tendencia al pánico que podría originar la siguiente lista relativa a ESO, Bachillerato y FP:

Profesorado:

A pesar de los datos propagandísticos de los políticos, falta formación no sólo sobre temas curriculares sino sobre aspectos didácticos. Esta falta de formación se evidencia aún más en el hecho de que la formación no es obligatoria.
El estatus de funcionario -al que se aspira- para mí sólamente garantiza seguridad laboral, pero no la evolución profesional en un entorno competitivo que provoque motivación de mejora.
Inaceptable la discriminación entre el funcionariado, interino y profesores de entidades concertadas u privadas.

Acceso al profesorado:

Eso de las oposiciones yo creía que estaba en vías de desaparición. Si miramos al mundo de la empresa privada sería inconcebible pensar que el acceso a un puesto de trabajo se base en los criterios de una oposición. Si se trata de enseñar, sería bueno que me permitan demostrar cómo doy una clase, cómo manejo una situación conflictiva con los alumnos, cuál es mi capacidad de liderazgo y cuánto soy de profesional en lugar de pretender que memorize los BOEs de turno o demuestre que me sé de memorieta los temarios profesionales que ya aprendí durante la carrera. Evidentemente se produce un efecto ruido en la sociedad y se induce a los aspirantes a un deterioro económico debido a la asistencia a «academias especializadas» que orgullosamente anuncian que disponen de profesores funcionarios, «la mayor mayoría ha sido miembro de Tribunal de oposición». Yo creía que los funcionarios no necesitan pluriempleo, que al estar en un empleo a tiempo completo, no les quedaría tiempo para esto, al margen de la propia ética profesional de haber estado en un tribunal y luego sacar beneficio económico de ello. Mala imagen la de las academias, la de los funcionarios referenciados y el «saca perras» a los opositores ya que les confunden con estos argumentos en lugar de hablarles de lo bien que les van a «enseñar a enseñar.»
Para mayor sorpresa, en algunas comunidades añaden al criterio de acceso el tema del «concurso de méritos» mediante el cual se pretende hacernos creer que ciertos méritos ayudan al proceso de selección: hablar otros idiomas, haber seguido una serie de cursos de formación que se imparten «de pago» y otros temas de igual irrelevancia para el objetivo último que es la selección de excelentes profesionales de la enseñanza. Especialmente sangrante el tema de los «cursos de pago» a distancia, mediante los cuales, si quiero ganar unos puntos me gasto a razón de 100 euros por cada medio punto de mérito y sigo el típico curso de excel desde casa, sin que mas de 20 años utilizando cotidianemente dicha herramienta o similares todos los días en un entorno profesional me excluyan de pasar por taquilla. ¿Sirve esto para enseñar? o para que perviva el sistema?.
Mucho me temo que lo que necesitamos es incorporar al sistema profesionales de la educación en sus diferentes ramas y no funcionarios que han gastados unas horas en memorizar el temario de unas oposiciones, pagar unas academias para que les preparen a las mismas y acumular unos méritos por la asistencia a ciertos cursos a razón de 100 euros el medio punto de mérito.

Interinos.

Vamos a suponer que hay una persona que no tiene interés alguno por la enseñanza, que en su día obtuvo un título universitario y que ha empleado unos meses de su tiempo haciendo el CAP (o el Master) y se presenta a las oposiciones y en el examen obtiene una calificación de suspenso-bajo, incluso cero.
Contra todo pronóstico esa persona se puede inscribir en las listas de espera y -parece que hasta ahora- lo mas normal es que ogtenga la posibilidad de trabajar en régimen de interinidad como interino. ¿Qué está pasando?, ¿Después de todo el lío de las oposiciones, aquí trabaja cualquiera?.
El hecho de la interinidad no deja de ser la consecuencia de la incapacidad del sistema para dimensionar sus recursos. Hay métodos conocidos para cuantificar los docentes necesarios en una Comunidad Autónoma en función de los parámetros adecuados y tan al alcance de la mano que me resisto a pensar que los políticos gobernantes no los entienden o no los utilizan adecuadamente. SImplemente no lo quieren hacer.

Gasto público por alumno.

En Andalucía somos la Comunidad Autónoma que mas porcentaje del PIB invierte en Educación, y de la cifra que se invierte se dedica a la enseñanza no Universitaria el 77,4% del total, frente al 73,5% del total Nacional, no tiene sentido que el gasto por alumno público sea el más bajo de España, sobre todo si consideramos que en Andalucía la gratuidad de la enseñanza pública incluye: libros, transporte y comida en los casos requeridos.

En estas circunstancias es difícil entender la diferencia existente con otras -como Madrid- que sólo invierten en enseñanza no universitaria el 66% del presupuesto total y no proporcionan ni libros ni transporte de manera gratuita.

Hay algo que no encaja. Lo primero que cabe pensar es que las cifras publicadas por el Ministerio no son correctas (seguramente por haber incluido partidas diferentes en cada Comunidad Autónoma); caso de que las cifras sean correctas, habría que pedir una investigación en profundidad de las mismas para detectar eventuales corruptelas o, en el caso contrario, constatar si el derecho a la educación obligatoria y gratuita establecido en el artículo 27 de la Constitución española es un derecho igualmente disfrutado por tod@s l@s español@s.

Formación religiosa y moral.

Esto es lo que dice al respecto el artículo 27 de nuestra Constitución: .»..Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones….» . Ya he hecho algunos comentarios a este respecto, pero las noticias que leo en la prensa de los últimos días me llenan de perplejidad en mi ignorancia al leer la aplicación (que indudablemente acato) de dicho artículo en una reciente sentencia: El magistrado parte del artículo 27.3 de la Constitución, que determina que «los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones». Luego puntualiza que este fundamento «precisa como ineludible sostén fáctico que los padres hayan manifestado una clara, inequívoca e incondicional voluntad de que su hijo sea educado» en un centro concertado que responda a sus «expectativas de orden académico, moral y religioso.Finalmente concluye que estos padres «no tuvieron inconveniente alguno en señalar como otros centros preferentes alguno de naturaleza pública y, por ende, de moral laica». Ello prueba, a su juicio, que estos padres «prefieren» un centro religioso, pero ello «no es tan prioritario» y no supone «algo esencial e ineludible».

No sé si este criterio se está aplicando en el resto del territorio nacional o sólo es una salida del juez para negar la plaza en el colegio habida cuenta de que además concurría que los colegios en cuestión no disponían de plazas (ver adjunto el artículo completo para no sacar el tema de contexto). Lo que sí que induce este tema es a la reflexión de:

  • ¿Qué es lo que significa la libertad de elección de educación religiosa y moral por parte de los padres?
  • ¿Cómo se garantiza esta libertad actualmente a los padres de religiones o sectas minoritarias e incompatibles con la religión católica?
  • ¿Cómo se compagina este artículo con el hecho de que en la Comunidad de Madrid se cede suelo público a comunicades católicas para la construcción de colegios concertados y sistemáticamente se ataca a la escuala pública ?
  • Si la Iglesia Católica cada vez tiene menos sacerdotes y los que hay son cada vez mas viejos, debido a la crisis de vocaciones consecuencia, entre otros factores del descenso en el número de practicantes, ¿empezarán de verdad a cerrar centros concertados católicos?


Los políticos.

Evidentemente no están preocupados por la situación de la educación en España. Situaciones faltas de rigor y llenas de oportunismo como la propuesta para convertir a los profesores de enseñanza pública en autoridad pública son un ejemplo de oportunismo político sin que ni siquiera se hayan analizado y enunciado las causas de raiz del problema de autoridad que pretenden solucionar.

Conclusion.

Lot of room for improvement. Propuestas, otro día

UnjuezexcluyeA10FamiliasDeLaConcertada


Comparte esta información con tus contactos

2 comentarios sobre Room for improvement

Deja un comentario