Sí a la comprensividad como principio de igualdad de oportunidades y hagamos entre todos que esto beneficie a los alumnos.
Parto de la base que al implantar un determinado sistema hay que hacerlo para sacar los mejores beneficios del mismo y huir de la excusa fácil de que ciertas cosas las deciden otros.
Para mí la comprensibidad tiene mayor sentido a nivel de centro con diversidad de grupo. El principio básico en el que fundo mi opinión es que no todos los alumnos tienen las mismas capacidades básicas y –aún más- no todos tienen la misma motivación o aptitud para el aprendizaje de una determinada materia: hay alumnos que son capaces de estudiar y entender fácilmente matemáticas y son un desastre en materias como lengua.
Si llegásemos a un modelo de comprensibidad por aula lo que haríamos es clasificar a los alumnos por un criterio relacionado con su “inteligencia†y pondríamos juntos en la misma aula a los más cercanos en función de dicho parámetro escogido. Es decir, si hacemos tres grupos de alumnoso –A, B, C- el grupo A sería el de los listos, el B de los menos listos y el C los mas desastres.
Evidentemente, esta clasificación permitiría que los del grupo A puedan avanzar más en el entendimiento de las materias cursadas, ya que admitimos que son los mejor dotados para el estudio.
Yo no estoy de acuerdo con este argumento, ya que un alumno puede estar mejor dotado o preparado para unas materias más que otras. Tomemos el ejemplo de la asignatura de idiomas: un alumno puede haberlo aprendido “a priori†debido a sus circunstancias personales –ha residido en otro país, sus padres son nativos, etc- y no tendría sentido ponerle en el grupo C dado que pudiera ser que está peor preparado para el estudio de otras materias. Todos estaríamos de acuerdo que en este ejemplo el estudiante se aburriría soberanamente en las clases de idioma. Igualmente cabe pensar la situación de otro estudiante que por la razón que sea le gusta o está mejor preparado para el estudio de unas asignaturas –matemáticas- y no hay forma de sacar partido de él en otras: historia.
La solución que propongo es la clasificación de los alumnos en grupos –A, B, C- dinámicos por asignatura. De esta forma el estudiante que ya conoce la lengua extranjera estaría en un grupo de mayor nivel mientras que para otras asignaturas estaría en los grupos B ó C.
De esta forma no se rompe el concepto de la comprensibidad y conseguimos sacar el máximo rendimiento de los alumnos, ya que:
- Mantengo la igualdad de oportunidades y de materias para todos.
- Un alumno puede tener la motivación de pasar de un grupo a otro más exigente.
- Todos los alumnos conviven en el centro.
- Si asigno profesores a los grupos que actúen de acuerdo a las necesidades pedagógicas de cada uno de ellos, los alumnos aprenderán más tanto individualmente como en su conjunto (un alumno que le cuesten las matemáticas se verá encuadrado en un grupo donde se las explique con “más paciencia†y con mas ganas de que se entere).
Lo único: ponerlo en práctica y que tanto profesores, padres y alumnos colaboren porque de lo que se trata es de maximizar el aprendijaze.
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