Fases

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Se pueden distinguir tres fases:

FASE 1: Definición de las estrategias de la compañía. Este aspecto no es nuevo y es labor de la alta dirección. Lo que varía o lo que debe variar es el enfoque que demos a esta estrategia independientemente de el cuidadoso análisis, como es habitual de todas las tendencias de evolución de mercado, tanto en relación a productos, tecnología y demanda de los usuarios. El nuevo elemento es mirar con un enfoque diferente ya que en este mundo de muy alto nivel de competitividad tenemos que estar preparado para sorpresas de nuevas compañías emergentes como las que se describen en la página correspondiente de este sitio Web.

Hay un ejemplo que ilustra el tipo de visión con la que se deberían de ver las cosas y para ello existe un ejercicio: El ejercicio de los nueve puntos.

Tenemos la figura en la que aparecen nueve puntos marcados de color rojo en un cuadrado, tanto en los bordes como en el centro. Se trata de unir los nueve puntos con una única línea formada por trazo rectilíneo dibujada sin levantar el lápiz del papel y sin pasar dos veces por el mismo punto. Animamos al lector (si no conoce la solución) a que piense en ella durante un periodo razonable de tiempo y si no la encuentra haga doble click en la figura y aparecerá la solución.

FASE 2: Definición de aquellos puntos que sin ser estratégicos mejoran sustancialmente nuestra eficiencia en el mercado. Un ejemplo o de este punto sería el de una compañía de ventas en la que se decide poner los medios y la infraestructura necesaria para maximizar el porcentaje de tiempo que sus vencedores están “cara a cara” con los clientes. No estamos hablando del punto anterior relacionado con la estrategia de la compañía pero sí estamos hablando de mejorar la eficacia de esta compañía en el mercado, (asumiendo en este ejemplo, que a mayor tiempo con el cliente más cantidad de venta se pueden realizar o sencillamente hay posibilidades de invertir en el mercado para la apertura de nuevos clientes). De nuevo, es recomendable mirar las posibilidades con un enfoque diferente (como se aprende en el ejercicio de los nueve puntos), ya que si no lo hacemos nosotros, puede que nuestros competidores lo hagan.

De esta manera la empresa ha pasado de una por una fase primero de definición a los niveles estratégicos y de eficiencia, luego se ha llegado al compromiso del equipo directivo de apoyo a los proyectos y facilitar la ejecución de los mismos.

FASE 3: Selección de los proyectos de cambio que vamos a ejecutar. Se trata de en un procedimiento de selección siguiendo los cauces habituales en la compañía, por lo tanto midiendo: la capacidad realista de ejecución, los efectos económicos, definiendo los objetivos de cada proyecto y autorizando las inversiones y recursos necesarios para la ejecución.

Es muy importante que todos los proyectos de gestión del cambio aprobados han de ser abiertamente apoyados por todos los niveles directivos. Estamos hablando de proyectos sobre los que puede gravitar el futuro de la empresa o tienen un enorme impacto que los resultados de la misma. Estamos hablando de proyectos y en los que seguramente tendrán que participar un gran porcentaje de los empleados. El equipo directivo tiene que apoyar unánimemente estos proyectos que ha sido aprobado por ellos sin dejar un solo resquicio de duda o a la incertidumbre. Esto quiere decir que hay que tomar una posicion «de arriba a abajo» (top-down).

De esta manera la empresa ha pasado de una por una fase primero de definición a los niveles estratégicos y de eficiencia, luego se ha llegado al compromiso del equipo directivo de apoyo a los proyectos y facilitar la ejecución de los mismos.

Solamente nos queda implantarlos.


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